Era lunes, 8:30 pm de una noche con un jodido calor. Fui en busca de unos libros que, posteriormente iba a donar. Llame a la persona que me iba a dar los libros, salio y me saludo después de ello me hizo pasar a su cuarto, algo desordenado por cierto, y me contó la historia de los libros. Llegamos a la conclusión de que, simplemente yo no podía hacerme cargo, por suerte una llamada hizo posible que mi culpa disminuyera ese noche, si con un calor de mierda.
si quieres donar tus libros, déjame un imbox Aqui.
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Iniciamos una conversación que duró más de 2 horas, a decir verdad no estoy tan seguro. Se toco varios temas: literatura, lectura, escritores, historias propias, comentarios, criticas, que yo era malo, abrazos, etc. El hecho es que, yo estaba recolectando libros, para qué pues bien, para donarlos.
Las “Pequeñas
Bibliotecas Gratuitas”, rescatan la
romántica idea del intercambio libre de cultura. Basta con disponer en plena
calle de una pequeña caja contenedor donde descansan los libros, cualquiera se
puede llevar un ejemplar en préstamo, luego devolverlo o bien cambiarlo en
favor de un nuevo encuentro. Las pequeñas bibliotecas gratuitas, aquellas que prestan
libros ya sea en base a la confianza o intercambio, buscan no solo el
intercambio libre de cultura, si no el redireccionar a mas personas adeptas o
no a la interacción libro-individuo, siendo esta asociación benéfica para ambas
partes. Primero lograr el amor a la lectura,
y como consecuencia contribuir con el desarrollo cultural de una
localidad.
En mi afán de hacer algo y salvaguardar la poco cultura que existe me encamine en la búsqueda de personas que desinteresadamente donen sus libros, claro después de apelar a la parte subjetiva. Ya he recolectado algo de 50 libros que donare a Bicitecas, Bibliomoto, y quizá a bibliorelax.
Lo bueno es que fomentas la lectura, se logra el desarrollo cultural de una determinada sociedad, pides libros, conoces a personas con tus mismos intereses, donan libros, impides que las colonias de polillas no se desarrollen, reduces espacios con libros que quizá jamas vuelvas a leer, te sientes bien después de esto, iras al cielo.
Entonces recordé una frase de mi tío Galeano, "Gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas puede CAMBIAR EL MUNDO"
si quieres donar tus libros, déjame un imbox Aqui.
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