De alguna manera suena un tanto interesante la idea de retratar en un film o simplemente en una historia la disputa de dos mentes brillantes, Freud y Jung, una idea descabellada pero a la vez excitante, el solo hecho de imaginar cómo fue el debate, o las perspectivas de ambos acerca de un método que hasta ahora sigue siendo poco creíble, para nada científico. Un método peligroso, el psicoanálisis, que en nuestros días es llamado teoría psicoanalítica o simplemente psicoanálisis, dedica una extensa consideración a la libido humana y a la sexualidad del hombre, una idea a la cual Jung no estaba dispuesto a aceptar.
Todos
los biógrafos (Jones, biógrafo “oficial”, pero también R. W. Clark y L. Breger)
explican cómo Jung, siendo un joven psiquiatra de la escuela de Bleuler, se
sintió atraído con entusiasmo por la teoría freudiana y se puso en contacto con
él. Si bien no se le ocultaron algunos puntos de desacuerdo, en particular, el
de que la teoría “exigiese” considerar como “sexual” la energía del aparato
psíquico del sistema freudiano. Ya en su primera carta a Freud – según L.
Breger- Jung escribe: “a mí me parece que su terapia depende no solo de los
efectos desatados por la abreacción (expresión emocional) sino también de
ciertas relaciones personales, y yo considero que, si bien la génesis de la
histeria es predominantemente sexual, no lo es de manera exclusiva”
Un
método peligroso, un film de David Cronenberg, relata la disputa entre Freud,
el padre, y Jung, el hijo y el supuesto heredero de la teoría más criticada de Freud.
Una historia fría que presenta escenas muy bien hechas pero nada enlazadas, es decir, el film solo
trata de enfocar la separación de estas dos mentes brillantes con historias
claras y verdaderas pero en si no trata de contar un historia ordenada con un inicio y un fin específico.
La
película arranca a principios del siglo pasado presentando a Sabina
(Knightley), una joven rusa internada contra su voluntad en un hospital
psiquiátrico, donde se convierte en paciente de Jung (Fassbender). Gracias a la
aplicación del psicoanálisis, Jung consigue ayudar a Sabina, creándose durante
el proceso un poderoso vínculo que el joven psiquiatra, casado y padre de una
hija, intentará mantener en un nivel profesional y amistoso; lo consigue
durante un tiempo. Jung comunica sus progresos al admirado Freud (Mortensen),
con el que también llega a iniciar una intensa relación, como de padre e hijo.
Más adelante, Sabina, interesada igualmente en el estudio de las enfermedades
mentales, se acercará también a Freud, con el que compartirá ideas y
reflexiones pese a la oposición inicial de un celoso Jung.
A pesar de ello no dejaremos de hacer una merecida alabanza a la representación más
acertada que encarno Mortensen, Freud, mostrando en sus manos a un Freud muy
seguro de sus métodos y sus investigaciones,
al igual que la galardonada Knightley que interpreta a Sabina Spielrein,
tratando de encarnar a una joven rusa internada contra su voluntad en un
hospital psiquiátrico.
- http://www.rguinea.info/Ricardo_Guinea/Blog/Entradas/2011/3/20_Perspectivas_y_divergencias_en_Psicoanalisis__Freud_y_Jung..html
- http://www.blogdecine.com/criticas/un-metodo-peligroso-mentes-fascinantes
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