Escenas entre cortadas, oscuras, frías pero a
la vez enlazadas que se unen en una línea que cuenta una historia de siempre,
sin embargo, con un guion diferente hasta ahora una trilogía que muestra el
lado más real y a la vez humano de un ser oscuro, moral, paranoico,
inteligente, calculador, un personaje que vivió lo que quizás nadie espera, un
recuerdo de un callejón oscuro, de ruidos de pasos y tiroteos, de llanto de una
niño que llora los cuerpos sin vida de sus padres, un duro recuerdo que ve
nacer al caballero de la noche, un héroe que suprimió el miedo e hizo del odio
una doble moral, un Batman de carne y hueso.
Batman, el caballero de la noche asciende
narra una historia poco común que le da a este personaje la gloria de siempre y
la luz poco común que sobresale en su vida. Con una sinopsis diferente pero a
la que estamos acostumbrados con Christopher Nolan, la historia narra y se
evidencia después de ocho años en que
Batman desapareciera en la oscuridad de siempre convirtiéndose en ese
instante de héroe en fugitivo, al asumir la culpa por la muerte de Harvey Dent,
el caballero oscuro lo sacrifico todo por lo que considera, al igual que el
comisionado Gordon, un bien mayor. La mentira funciona durante un tiempo, ya
que la actividad criminal de la ciudad de gotham se ve aplacada gracias a la
dura ley de Harvey Dent.
Pero todo cambia con la llegada de una astuta
gata ladrona, que lleva a cabo un misterioso plan. Sin embargo, es mucho más
peligrosa la aparición en escena de Bane, un terrorista enmascarado cuyos
desviados planes para la ciudad hacen
que Bruce regrese de su autoimpuesto exilio. Pero a pesar de volver a ponerse
el traje, es posible que Batman no sea lo suficiente para combatir a Bane.
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