Recuerdo uno de mis últimos exámenes, tenia algo de 10 preguntas lo cual 9 de ellas era para responder y una, la ultima, para desarrollar dado que era un ejercicio. Las preguntas para responder valían un punto cada uno-creo, y la única pregunta para desarrollar 10 puntos. Es decir, era una muerte súbita, de jalar (reprobar) o morir.
Solo logre hacer 6 preguntas, ni siquiera toque la ultima, era una pregunta compleja; y yo no tenia las ganas suficientes para poner empeño y dar con el resultado. En fin, me quedo algo de tiempo. El tiempo necesario para ponerme a pensar en quien soy yo, que hago, de donde vengo, hacia donde voi, y mamadas como esas. En unos cuanto minutos, me sentía como el tipo que escribió "Critica a la razón pura".
Kant, aquel que estableció una distinción fundamental entre juicios
analíticos y sintéticos; y también entre los a priori y a posteriori. La diferencia es simple, tendrían que leer una de sus obras magnas, aquella obra compleja y significativa en la filosofía moderna, así como lo fue "El discurso del método" en su momento, Critica a la razón pura.
El planteo kantiano consiste en que al ser el hombre capaz
de conocimiento sintético a priori se hace posible para la razón pura conocer
verdades importantes. Dado que Kant sostiene que se trata de dar forma a la
realidad le rodea pues el sujeto no sólo es afectado por el mundo sino que
también participa activamente en su creación; está en desacuerdo con la
metafísica racionalista que defiende la omnipotencia de la razón y la postula
capaz de penetrar en los más profundos misterios.
El propósito de este libro puede resumirse en una frase: la
metafísica es una campo de batalla que requiere ser ordenado; por esto es que
Kant propone dar un nuevo estatus a la razón y nuevos contornos al
entendimiento. En síntesis, esta obra kantiana apunta a definir creíble la
pregunta, ¿cómo puedo saber?. Aquí es donde aparece la respuesta kantiana
separada de la metafísica precedente: la negación del conocimiento de lo
suprasensible (Dios, yo, el mundo); se trata de una imposibilidad de conocerlo
en el sentido que conocemos las leyes de la física.
El tio Kant, en particular, fue un hijoeputa que unifica la linea directa de los Aristotelicos y Platonianos (espero que sea la manera correcta de llamarlos), representada en Descarte y Locke. Y en ello, pone fin a la filosofía aburrida y de siempre. Kant abrió una puerta entre el empirismo y el racionalismo, una luz esperanzadora que iluminara, de ahí en adelante, a creer que nuestra existencia ya no es la correcta, o en nuestro vitalismo, o en la fenomenología de un tipo llamado Husserl. En fin, el tio Kant si que fue un loquillo.
El examen ha terminado- dijo el profesor, me quede huevon (idiota) dado que solo respondí 6 preguntas. El resultado era evidente, Immanuel Kant tuvo la culpa de que yo jalara.
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